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LA COMUNIDAD EDUCATIVA DEL IES ZOCO SE SOLIDARIZA CON LAS FAMILIAS DE LAS VÍCTIMAS DE LOS ATENTADOS TERRORISTAS DE PARÍS

- Carta a un terrorista -

Si te tuviese delante, te preguntaría por qué. Los dos sabemos que tu Dios no está contento con esto, que no existe Dios creado por los hombres que pueda excusar una barbarie semejante. Que has tomado la palabra "sagrada", reinterpretando su mensaje, manchando su pureza, utilizándola como excusa para crear el caos y sembrar el terror y la violencia. Usas a tu Dios en vano. Por tu culpa, por tu gran culpa, cientos de musulmanes son mirados con odio en toda Europa, retenidos como animales en las fronteras de nuestros países cuando buscan huir de una guerra, valorados como criminales, tratados con hostilidad y miedo. Por tu gran culpa ahora cargan sobre sus hombros la losa brutal de un terrorismo bárbaro, asociado a su religión, cuando la realidad es, que vosotros no matáis en nombre de la religión, que cientos de musulmanes son capaces de vivir su religiosidad en paz y armonía, porque no es una cuestión de creencias, ni Mahoma ni Allah te han pedido que mates y aniquiles a aquellos que no crean lo mismo que tú. El asesino de 132 personas no es el Islam, es el odio y la sinrazón humana, eres tú. 
Te miraría a los ojos y te diría que Allah es grande, pero tú nunca vas a verle, porque has manchado su nombre con tu odio. Tú matas por odio. Mira a tu alrededor, ¿crees que tu madre estaría orgullosa de ti? Todas esas personas tenían madres, padres, hermanos, amigos... Vidas, vidas que te has llevado contigo gritando "Allah es grande". Por eso tú nunca lo verás. Cree, si quieres, sigue ciego y convencido, pero no hay Dios que justifique la maldad humana, ni las matanzas sanguinarias contra personas inocentes, y el tuyo tampoco lo es. 
Acuérdate de tu madre. Y llora, siente vergüenza, llora, desespérate, muere sabiendo que dejaste a los tuyos el recuerdo de un asesino. Es lo único que puedes hacer. Es de cobardes atacar a aquellos que sabes, no pueden defenderse. Y no hay peor injuria que el deshonor de la cobardía. Diste odio al mundo y odio te llevarás. No serás un mártir, no entrarás en los jardines del Profeta.
Descuida, te diría, que entre todos curaremos las heridas de París, aunque nos cueste. El corazón del Sena late en nuestros pechos? volveremos a levantarnos una y otra vez. Porque el odio tiene cura. Amor.

[PRAY FOR PARÍS]