El auge de las redes sociales ha convertido las relaciones a través de Internet en una de las formas más habituales de comunicación.

Mensajes a través de foros públicos y en abierto permiten rastrear la existencia de una persona a lo largo del tiempo y conocer su actividad, sus opiniones, valoraciones y aficiones, entre otra información. Saber gestionar esta presencia pública ayuda a minimizar un posible impacto negativo posterior de una foto de contenido explícito o un comentario salido de tono. En general, el comportamiento en redes sociales debe seguir una netiqueta similar a las normas de respeto y convivencia social en otras facetas de la vida. Es básico conocer y practicar estas normas de convivencia, así como estudiar los límites legales para no desarrollar conductas que incurran en un delito. Este artículo ofrece algunas recomendaciones para publicar comentarios de forma abierta en Internet con la seguridad de ser no inoportuno ni inadecuado.

RECOMENDACIONES GENERALES

En Facebook o Twitter, a pesar de que existen apartados privados de comunicación, en general los mensajes publicados en la red son públicos. El consejo general en este tipo de redes, entre las que también entraría Tuenti, es no molestar a los usuarios con actualizaciones continuas de contenido, ni etiquetar a otros sobre una imagen como estrategia para intentar viralizar un contenido propio. Tampoco conviene opinar de forma repetitiva e insistente sobre un tema ajeno en un hilo de comentarios.

En servicios de mensajería instantánea como WhatsApp o Line, que permiten el reenvío de las comunicaciones, hay que tener especial cuidado, ya que pueden transformar una conversación privada en un asunto público por un desliz intencionado, o no, de uno de sus participantes.

Twitter, que posibilita conversaciones instantáneas y compartir opiniones e información con otras personas, es una de las redes sociales con más auge en los últimos años en España, debido a que proporciona una comunicación directa con toda clase de personajes de actualidad. Utilizar esta plataforma para faltar al respeto a otra persona o realizar comentarios fuera de tono convierte al interlocutor en un troll. Y lo más frecuente es que termine bloqueado por otros usuarios de la plataforma.

Es muy habitual entre usuarios novatos de Internet escribir en cualquier página web que deje comentarios en abierto, como foros de debate y blogs, sin tener en cuenta que dicho mensaje perdurará a lo largo del tiempo en la Red. Además, en muchas plataformas, se asocia el mensaje emitido con la cuenta de correo y nombre real (o seudónimo en Internet) del usuario, con lo que este queda retratado.

De esta forma, una simple búsqueda de la identidad de un internauta en los buscadores permite conocer su rastro público y así acceder a sus opiniones en foros, blogs y redes; en muchas ocasiones, los usuarios se arrepienten de algunos comentarios y no pueden borrarlos. Para hacerlo, lo más recomendable es dirigirse al administrador del foro, blog o red social y pedir la retirada del comentario.

Además, es aconsejable realizar de vez en cuando una 'ego búsqueda' -un rastreo en los buscadores de los datos personales de cada uno- para saber qué comentarios escritos por el usuario se encuentran en la Red, y así tomar conciencia.

En caso de que un comentario dañe de forma grave al derecho a la privacidad del usuario, se puede recurrir a la Agencia de Protección de Datos, responsable del cumplimiento de la legislación de protección de datos personales en España, aunque no siempre la agencia puede actuar de oficio.

La revelación de secretos en Internet o las injurias a otras personas en redes sociales, aunque se realicen desde un supuesto anonimato, son un delito. El año pasado, la Policía Nacional española detuvo a 750 personas por injurias, amenazas y delitos contra la intimidad, el triple que el año anterior.

Comentarios que afectan al honor de las personas, injurias, calumnias o intromisiones en la intimidad, al revelar aspectos del ámbito privado de las personas, son algunos de los delitos tipificados más violados en Internet, en muchas ocasiones, por desconocimiento de sus autores o por no darle la importancia que merecen, al realizarse a través de la Red.

Los usuarios que hayan sufrido un daño contra su honor o imagen, deben cursar la denuncia correspondiente en la comisaría más cercana a su domicilio, aportando todas las pruebas posibles.